La bella princesa
se quitó la corona
y ahora se acuesta,
es otra persona.
Se quitó el vestido,
se quitó las botas,
pues sus pies rendidos
Ya no las soportan.
La princesa prefiere
ahora descansar,
mañana, si Dios quiere,
volverá a reinar.
Alejandro J. Díaz Valero