Luis Rayo

SABERTE MÍA

 

Cuanta ilusión por saberte mía

en las noches de luna llena,

cuando te ofrecía las estrellas

y lo mejor que tenía.

 

Era bello y delirante

el buscarte y abrazarte.

Fueron soñados esos instantes

en los que nos veíamos.

 

Y así pasaron las nubes,

siempre seguí en tu busca,

no siempre tuve fortuna

y ni el tiempo doblegó mi intento.

 

Y ahora que el cabello pinta en blanco,

sigo recordando al amor empeñado,

pues nada me ha detenido, porque

siempre actué, sabiéndote mía.