Caminé por el corazón marchito
Sufrí por la pérdida del silencio
Y en bosquejo de la vida, fue espejo.
Por horizontes imaginarios anduve
En busca de sonrisa, bella.
El pueblo del sur me indicó el camino
Y al pie de las palabras seguí, sur pueblo equívoco
Me perdí.
Navegué esas lagrimas derramadas, para aquel,
En vano eran, para ella, valía la pena.
Mirando estándome en el mar pacifico, fijé la mirada
En lo profundo, y en un cerrar y abrir de ojos ahogándose
Estaba la pobre, pero no en vano, si no en su llanto.