Rodeada de amor te contemplo,
me inunda el calor de tu ser,
soy plena y cautiva en tus besos,
y mis versos expresan, tan sólo mi amor.
Cuéntame qué sientes al mirarme,
Siénteme frágil, al rozar mi piel,
mi cuerpo se entrega al calor de tu aliento
y mi mente, cariño, al valor del querer.
No dejes de hacerme, la ninfa de tu alma,
que canta en las noches, las rimas del sol,
la paz en mis días, te admira y te guarda,
y mi mundo, cariño, te corona su dios.