Acto I
Siéntate a mi lado hermosa soledad
en este sofá de la oscuridad,
oye el viento viciado como en el polo norte o en el sur,
da igual mujer existe frio y nada más,
mira la vida, ves la claridad?, parece una vela cronometrada,
espectadores visualizando el acto de una marioneta,
televidentes mofándose de la gravedad,
plasmándose con evidencia la monotonía
envidian el amor de las montañas con el sol
o los calculados hábitos del cuerpo humano.
Acto II
Oh! cruel destino ¿hasta dónde llegará mi ser?
evítame esta fortuna desde los huesos hasta mi piel,
poséeme ahora,
es innegable mis fuerzas no dan para más,
clausuro la demencia, cual reptil se alimenta con instinto
Oh! cruda realidad atornillada como esporas en la nariz.
Acto III
No sé si debería sentarme y enviar un email,
no sé si debería mirarlo antes de proponer mi desnudez,
¿Qué clase de día es este? Creo que estoy más agotado
de no encontrar mí nombre, de no encontrar el placer.
Acto IV
Soledad termina el café
dime ¿ Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no me dejaste huir?
¿No ves que me gustarían saber a qué hora te atropella mi tren?
estoy en graves problemas, temo acostumbrarme al vacio
temo acostumbrarme a proyectar un espacio blanco y negro,
como un planeta sin civilización.
Acto V
Oh amargo sufrimiento, amarga soledad
No supiste en qué momento mi secretaria se cansó
nadie lo supo…
¿ en qué momento dejó de sangrar mi paz?
Yo no recuerdo nada, ellos ni nada, ellos no murieron
Simplemente nada, ellos no existieron.
Acto VI
Siéntate más cerca no huyas,
igual no me vas a abandonar confidente,
escucha conmigo el ruido de los autos,
mofémonos de su suerte,
oye la vida y sus propósitos,
las voces se rompen en el frio, como la lluvia en el viento,
deja el silencio mujer
al menos quisiera escuchar la talla de tu vestido y de tus zapatos,
al menos saber si me puedes ver, y si me puedes esperar en el aeropuerto.
Último acto
Mátame; ahórrame el latir sin sentido
mátame que no veras nada más de mí,
vine a la tierra solo para ver llover,
y recoger las hojas solitarias,
amiga soledad ten piedad de mi
y pósate en mis rodillas para acariciar tu cuerpo…
DANIEL AMAYA