magginela

Dar y recibir a cambio

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Veo a un pequeño niño, pobre en la calle

Mirando la felicidad navideña respirándose en el aire

Con un cristal rodando por sus mejillas sonrosadas

Anhelando que de pronto un viento mágico soplara sobre él

 

Veo a una madre desconsolada en su miseria

Sintiendo el dolor de su hijo en el vientre

Escuchando su voz desde su interior

"Hambre, mamita, hambre"

 

Veo un viejo cuyos años han pasado mirando gente pasar

Observando la vida de las personas que podría haber vivido él

Carente de ese ángel que alegrará el resto de sus días

Acompañado del recuerdo y la soledad nada más

 

Y ahora te veo a ti, arreglado y perfumado

Cómodo en tu casa, con un techo y comida

Quejándote de tu vida miserable, tus problemas

Te pido que mires a tu alrededor y me contestas que nada ves

 

¿Cómo no ves el sufrimiento del hambriento?

¿El dolor de una madre pobre?

¿La tristeza de un hombre en soledad?

¿La esperanza de un niño esperando su regalo de Navidad?

 

Y me preguntas para qué dar, para qué mirar

Es fácil vendarse los ojos antes tal realidad

"¿Qué logro con eso?", preguntas insensato

Y yo me enmudezco un momento para pensar bien mi respuesta

 

Nunca sabrás la felicidad que te transmite un niño agradecido

Nunca conocerás la dicha de una madre amando a su hijo

Nunca podrás gozar de la sabiduría de las palabras

de aquel que ha vivido siempre solo

 

Porque nunca darás sin recibir algo a cambio

Tal vez no sea lo que más esperabas

Pero, ¡qué no daría yo por la sonrisa de un niño!