Que difícil es mantener en eje de nuestra vida
en perfecta armonía con ella.
Al menor contratiempo se quiebra como las
piezas de un puzzle.
Lo que antes parecía sencillamente hermoso
y duradero de repente se torna oscuro como
los negros nubarrones que amenazan con
dejar caer rayos y truenos.
Solo espero que como las tormentas y al igual
que ellas tras la tempestad llegue la calma y
el sol brille con todo su esplendor.
Desearía no olvidar nunca tu nombre,
y recordar solo los felices momentos que vivimos,
sentir cada amanecer tu cuerpo pegado al mio
y la calidez de tus manos acariciándome.
Escuchar el gorjeo de pájaros y ver corretear a las
ardillas por las viejas ramas del pino centenario.
En la primavera ver florecer las orquídeas, los
geranios y rara vez las gardenias, estas ultimas
se hacen desear inconscientes de que su perfume
me es tan necesario como el recordar tu nombre.
Pero todo queda ya tan lejos y mi memoria es pobre.