Se despliega lentamente,
el ventanal del alba
y la vida emprende su batallar.
Se encienden alegres
los colores,
para regalar esplendor,
a la humanidad.
El mar dormido
sobre el colchón del mundo,
se despierta alegre
y sus aguas
vuelven a corretear.
El regocijo de los niños
se escucha con claridad,
contentos, brincan y cantan
pues al colegio van a jugar.
La luz emerge como siempre
regalando bienestar.
¿Pero quién le pondrá una vela
a mi triste oscuridad?.