Si tus ojos me miraran
como te miran los míos,
hablarían de amor
y se fundirían ellos mismos
en un mar de pasión.
Si tus labios me desearan
tan solo la mitad
de lo que te desean los míos,
arderían en el fuego
delirante de los besos,
para fundirse en una lluvia
interminable de caricias.
Si tu corazón latiera
al mismo ritmo
que late el mío
cuando se acerca
a tu cuerpo,
seriamos uno,
bajo la misma piel,
bajo la misma luz,
bajo la misma sombra
llamada AMOR…
Néstor Cristian