Todo es nuestro, alma mía,
cuando tus ojos van a los míos
y tu mirada me acaricia a besos.
Todo es nuestro, alma mía,
cuando tu sonrisa me cautiva
y mis sentimientos quedan presos.
Son tus labios delicados y tiernos,
y a veces te molestas negándome
tus besos, sabiendo que con eso
me voy a los infiernos.
Eres mía, vida mía,
Y este amor surge del alma mía
con tus labios que me causan embelesos.