La última gota cae del vaso nocturno
como si volara de cualquier locura,
es alcohol de la fúnebre noche
donde los gritos acorralados de una sombra
se acobardan como el sudor húmedo
de un cadáver que se hunde.
Las caricias de una muerte lenta
se acercan a todos los sueños,
la mirada de la anciana enferma
se hace morada en la piel,
todos lloran cualquier recuerdo nublado,
besan en silencio la despedida,
la caja es silenciosa, la muerte llegó
la vida es como un objeto arrojado,
aquí todos beben y hablan...
parece que la vieja nos mira
quiere tocarnos, vivir, tomar de la copa
todo es aire, penumbras, olvido
la vida ya no es, ha terminado