Déjame estar a tu lado, cuando la vida te llene de sabor azucarado,
cuando creas encontrado, aquel, tu lugar sagrado.
Déjame estar contigo, no en algún sitio olvidado,
buscando tu compañía solamente en el pasado.
Déjame estar a tu lado, cuando el mundo es acertijo,
que al corazón descarnado, yo bien se darle cobijo.
Déjame estar a tu lado, cuando sangres de esa herida,
yo te promento mi amado, a ti, entregarte mi vida.
Déjame estar contigo en esas noches de insomnio,
en que ruge el enemigo y te asalta el vil demonio.
Déjame estar a tu lado, cuando canta la tristeza,
cuando el campo es desolado y se abate la cabeza.
Déjame estar a tu lado, cuando el andar sea cansado,
el camino empedrado y el cuerpo esté sin fuerza.
Y aunque hayas olvidado la razón de mi existencia,
hoy lo doy yo por sentencia... yo siempre estaré a tu lado.