Somos pequeños destellos,
de luz tenue y feble,
la oscuridad nos hace fuertes,
y en la agonía de ésta, nos deshace.
Somos hojas de papel,
con superficie rocosa,
que a la vista aparenta,
ser dura y estrepitosa.
Somos aves y sin alas,
acariciamos el vuelo,
y caemos a raudales,
bañándonos de aguas infernales.
Somos vicio, penumbra y pecado,
pretendiendo un paraíso,
y a la orilla del precipicio,
esperamos ser absueltos.