Con mis brazos abiertos yo te espero
bajo la sombra que nos da el amor,
olvida para siempre aquel dolor;
pues yo sin ti, te juro que me muero.
Ven mi amor, que por ti hoy me desespero,
aleja de nosotros el temor
el que ayer nos ocasionó estupor;
yo te entrego mi corazón entero.
Seremos tú y yo dos para adorarnos
y Seremos la más perfecta unión,
nadie nunca logrará separarnos.
Ven amor de mis horas prisionero,
esclaviza tu tiempo a mi pasión;
¡Hagamos nuestro idilio placentero!