El amor no entiende frontera ni distancia
puede permanecer silente y escondido,
viviendo la ansiedad del encuentro con ansia
y así recuperar todo el tiempo perdido.
Ya quedó en el pasado el dolor que atormenta
tantas noches de insomnio pensando si me quiere,
la espera del reencuentro me ha parecido lenta
esquivando el puñal de la ausencia que hiere.
Se terminó el temor que ambos mantuvimos
pensando que el amor pudiera terminarse,
pero no hubo distancia que borre lo que fuimos
ni dudas que permitan el amor escaparse.
María B Núñez