No hay que rivalizar por el sufrimiento, sino
por la capacidad de sanación...
En un grupo de mutua ayuda en duelo, una jovencita contaba con gran aflicción como le costaba asumir la muerte repentina y reciente de su joven mamá. Otra asistente en duelo comentó.
_ Algunos ya hemos pasado por eso y una se repone, pero lo que me ha sucedido a mi con la muerte de mi hijo...
Y la mujer se explayó largo y tendido, sacando del centro de atención la relación de ayuda a la joven huérfana.
_ No debemoscompara los duelos - acotó el coordinador.
Pero la misma mujer continuó:
_ No es lo mismo cuando tu has llevado al hijo dentro de ti misma...
_ No comparemos los duelos - insistió el coordinador.
_ Quien no ha pasado por esto no lo puede entender. Es el mayor de los sufrimientos - recalcó con énfasis la señora.
Otra participante del grupo, siempre muy silenciosa y con aire de timidez, se animo a decir:
_ Disculpe señora. A usted la veo viva. Mi hijo se suidicidó tras la muerte de su novia. Como dice nuestro coordinador, ¡por favor, no comparemos los duelos!
MORALEJA;
Quien ama no compara.
Quien compara no ama.