El deseo que provoco tu belleza
Alborotando al corazón y al pensamiento
Murmurando para mis adentros
Una gran admiración
Al posar tu labios en mi mejilla
En aquella despedida, después de conocernos
Dulcemente bese tus manos
Mirándote fijamente a tus ojos
Desde ese instante mis labios
Ávidos quedaron por probar tu boca
Mientras mis manos dibujaban tu anatomía
Mi mirada puesta en tu andar
Imaginando tu cuerpo abrazado al mío
Con el gozo y el placer de comprimirnos
En un beso profundo e intenso
Entregándonos por completo
Sintiéndonos ansiosamente enamorados
Viviendo dichosamente en el amor
Te recuerdo en ese momento
Posando tus labios en mi mejilla