Siempre te has preguntado
Por que el señor te escogió
Y encallo tu barca grande
en este hermoso rincón
No fue tu boca florida
lo que le gusto al señor
que tantas veces usaste
para regaño y perdón
Tampoco fue tu energía
Que te permite seguir
Después de setenta y tantos años
Luchando por el vivir
No pienses que fue el consuelo
Que a tanta persona diste
Visitando a los enfermos
Y pidiendo por los tristes
Tampoco el consejo sabio
De quien lo ha escuchado todo
Y que dabas con sapiencia
Con agrado y a tu modo
No pienses que fue la ayuda
Que diste sin distracción
Cuando alguien te la pedía
Se la dabas con amor
No creas que fueron los niños
A los que ayudaste siempre
dando comida y cobijo
y defendiéndolos como un valiente.
No fueron las construcciones
De las iglesias que hiciste
Y a donde tantas personas
Con abrazos recibiste.
No es por los que casaste
Ni por los que bautizaste
Tampoco por esas almas
A las que tu encomendaste
Carlos, al señor lo que le gusto
Es que te gusta pescar
y te mando a esta tierra
que es como si fuera un mar.
El sabia que usarías tu red y tu caña larga
La primera para la gente
La segunda para la playa
Las dos las tirabas siempre
Y siempre recogías carga.
A veces era pesada
a veces era cansada
a veces ibas tu solo
a veces alguien te acompañaba
Siempre fuiste pescador
Eso le gusto al señor
Cuando subiste a tu barca
Para encontrar tu camino
Dios la empujo muy fuerte
Y luego se subió contigo
Para acompañarte siempre
En la pesca y en el río.