“Levántate, recoge el coraje, vive y siempre pelea
mas nunca después del logro adquirido voltea,
puesto será tan enfermo como de esa derrota nunca haber levantado
será de la misma manera en la que me encuentro desde que mi alma mi cuerpo ha abandonado,
porque aunque alguna vez me considere un ser perfectamente orgulloso
ese mismo que hoy sin ti ha encontrado que el camino que queda es más que tristemente doloroso,
así que “adiós” sería la última palabra que articularían mis secos labios
esos mismos cuales se sellaran cuando mi cuerpo sea reclamado por tu mismo Dios…”