Dulce momento, fundido de caricias nuestros cuerpos, descubriendo el néctar del amor entero rompiendo las barreras del tiempo, entregados a un solo cuerpo. Al dulce ritmo como las olas contornándose nuestros jadeantes cuerpos elevando suspiros entorno del aire que como mudo testigo armoniza en el ambiente cada detalle. El rose de tus labios al igual que los míos bebiendo de tus senos el exquisito manjar de tenerlos. Como gacelas mis manos recorriendo tu cuerpo entero disfrutando la delicia de palparlo, de sentirlo, de poseerlo. Fundiendo cada caricia en el amor eterno cada latido del corazón, acelera nuestra sangre hirviendo tocando con nuestra espíritu el límite de la gloria y el cielo