bonifacio

Evita desnuda

Dios te mandó a mi mundo

Ya algo crecidita.

 

Tu piel de mármol de Carrara

Obnubiló mi razón

Y mi vista.

 

Tus pechos dos cítaras

Que ansié con mi boca

Antes que cantaran.

 

Tu cuerpo de marras

Dos malabaristas

Quisieron acariciar.

 

Tus piernas de ratán

Sentí que me apretaban

Y perdí la consciencia.

 

Tu presencia de diva

De los años sesenta en paños menores

Despertaron ardores

Que en mi pecho habitan.

 

Desnuda mi Evita

Y yo cual Adán en el paraíso

Me di este permiso:

 

Mirarte

Como una caricia.

 

Estabas ahí

Tan cerca y mis manos

Querían tocarte.

 

Cuán lejos estás

Y sigues sin más

Colmando mis días.

 

Mi consigna es amarte.

 

Besarte

Y comprobar si te agitas.

 

Sentí que te amaba

Por estos regalos

Que  otorga la vida.