Al comienzo
Cuando el vuelo cambio su curso
Se tiñeron de gotas purpuras la verdad
Sobre la luz que marcaba el tiempo
Fui despejando decisiones.
Y concluí que solo el prisma
de la centrifuga tierra
llama entre sus melodías
la cavidad humana del viento,
a adormecer el espacio,
lo hace letargo sobre el día
y juvenil entre la noche.
Sin pasar menos de un año luz
Despertamos lleno de desilusiones
Entregando el alma al amor
Desperdiciando minutos
Que servirían para navegar al espacio
Si sucumbiendo ante el Maestro
Amo y señor,
Cábala del recuerdo.
Ardío de memoria,
Capitán de nuestro barco,
Alegría sin corazón
y marcador de nuestros pasos,
Colocaría las vertientes
Ante los pies del sentimiento
Colocando la señal que marca la distancia
Entre la imaginación de los sueños
Intercambiando la identidad
Del pulso por secuaces sueños
Que son cómplices del despertar