¡Dime! si en tu cielo
se te perdió la estrella
y nunca salió la luna
para acompañarte en tu tristeza.
¡Dime! si se acabó la noche,
te sorprendió la madrugada
abrazado a tu almohada,
dando vuelcos en tu cama.
¡Dime! si empapas de llanto las sábanas,
pensando que nadie te ama
y crees ver fantasmas
que rondan en tu silencio...
¡Entonces... Yo haré presencia!
y acompañaré tu desvelo.
Si en medio del aguacero
escuchas cantar al jilguero,
esa es mi voz que te dice...
¡Mi vida cuánto te quiero!
Si sientes que la brisa
golpea tu ventana,
es el cierzo de mi alma...
¡Qué te dice cuánto te amo!
Si al llegar el invierno
cobijo no tienes,
el calor de mis caricias
será tu invernadero.
Si sientes un escalofrío
recorrer todo tu cuerpo...
¡Es el hálito de mi aliento,
que acaricia tus oídos!
Si te sacude un suspiro
que sale desde tu alma,
¡Es mi amor… Bien mío,
enviándote la calma!
Si sientes el rocío
que tu boca baña...
Es un enjambre de besos,
destilando de mis labios
la miel de los cerezos...
¡es la medicina...
que cura tu nostalgia!
Felina