Sú pena también es mía.
Hay tristezas que me llegan,
la que tiene es una de ellas,
pues en su mirada lleva,
clavado el dolor del llanto.
A veces callo, me guardo.
Decir lo que veo y siento
está prohibido. Muerdo
mis labios ya que lamento
muchas lágrimas que arrastra
y lo que se lleva el viento.
Su pena también es mía,
también es dolor de llanto.