Creí que me había enamorado de tus ojos,
tu sonrisa, tu cabello, de tu cuerpo,
tus caricias o tus palabras
y descubrí que me había enamorado
de tu corazón y de tu ser.
Ahora…
Sigo enamorado de tus ojos,
tu sonrisa, tu cabello, de tu cuerpo,
tus caricias y tus palabras;
porque ahora…
Tú ya no tienes corazón.