Qué bellos mis parques!
Los debo cuidar
Para mantener por siempre
Parte de mi espacio,
paraíso terrenal
VALORES EN EL PARQUE
Serían como las diez de la mañana cuando el grupo de amigos se encontró en el parque para estudiar y hacer las actividades. Daniela, dijo: _
¡Vamos a jugar u rato! _ ¡Bien! Contestaron todos al unísono. Colocaron sus útiles en la grama y echaron a correr.
VALORES, trata de incorporarse para observar a su alrededor; de pronto fija su atención en una flor que está llorando:
_ ¿Por qué lloras, amiguita?
_ Por que la niña vestida de azul, me arrancó una de mis tiernas hojitas.
_ ¿Te duele mucho?
_ ¡Siiii! ¿Qué crees? ¡Qué yo no siento!
_ ¡No, margarita! Lo que pasa es que no pensé que te doliera tanto.
_ No se porque me atropella, si adorno este lugar; además, el rico olor que despide mi cuerpo es inhalado con placer por todos los que visitan este parque.
_ ¡Verdad! Responde, VALORES.
La linda margarita, concentra su mirada en el libro y le pregunta:
_ ¿VALORES? ¿Ese es tu nombre? ¡Qué bonito! yo sé lo qué son los Valores!
_ ¡ Siii! Responde el aventurero libro. _ Explícamelo, entonces.
_ Los que nos cuidan en este parque nos tratan con dulzura, con amor, nos deshierban, nos riegan, nos colocan vitaminas. Fíjate que una ancianita que pasa todos los días por aquí, siempre comenta: ¡Qué bello conservan este parque!
_Lo cual quiere decir que somos de gran valor.
_ ¡Claro, tonta! Se escucha decir a una vocecita que proviene de nuestra amiga grama.
_ Nosotros, aparte de embellecer proporcionamos frescura, y con el proceso de fotosíntesis absorbemos grandes cantidades de carbono y en el proceso fabricamos productos orgánicos, mayormente azúcares. Y al respirar desprendemos el carbono (Co2) en la atmósfera, lo cual quiere decir que proporcionamos bienestar.
_ ¡Caramba! ¡Me encanta que tengan claro lo que son los valores! Exclama el precioso libro.
El árbol Ficus, interviene:
_Todas las personas, tanto los trabajadores como lo visitantes, comprenden que todos tenemos derecho a un ambiente sano, por eso preservan el mismo.
Voltea, VALORES hacia el árbol y le dice: _¡Qué sabias palabras, verde árbol!
De pronto, se escucha una algarabía, eran los nuños, que volvían a buscar sus libros para realizar sus tareas. VALORES, corre y se recuesta, donde su dueño lo había dejado.
Autora: MSc. Ingrid Chourio de Martínez
Del Cuentario Las Aventutras de Valores