Descubrí tu alma
volando junto a la mía.
Lucías un lirio en tu mano
y yo, un ramito de olivo.
Y bebimos besos de paz
sin temor a la distancia;
besos cincelados
por unos labios de seda
y un amor cautivado
en una jaula sin rejas.
Y seguimos volando
con alas de algodón,
y compartimos cielo
y agua melificada
en un oasis sediento.
21 de septiembre de 2011
Pau Fleta