Me cansé de respirar
sobre este doloroso suelo,
donde todo es fingir
y ya no puedo más
habitar aquí.
No soy de aquí
no pregunten de donde soy,
no lo sé,
sólo se,
que vivo encerrado entre cenizas
y que hoy quiero partir,
hacia donde se sonrojan,
los luceros
y hacia allá he de partir.
Me duele la cabeza
y de mi boca,
brotan incoherencias.
Quiero ver al sol en pijama,
a la luna despabilarse,
caminar descalzo
hacia la puerta del cielo,
sin que nadie me diga nada.
Sin que me quemen,
los recuerdos
y sin que alguno,
me vuelva a decir,
que este planeta,
infectado de maldad
es bueno
y que les gusta
habitar aquí.
Al fin me largué,
y todo estaba en silencio,
las voces emergían de mi alma,
venían de todos lados,
pero no mentían.
no sufrían,
y se jugaba con la brisa
y por un momento fui feliz.
Me olvidé de mí,
de lo que soy,
de lo que fui.
desvarió para no sufrir,
pero siempre retorno,
al mismo hueco,
que en silencio,
me ve,
día tras día,
resignado, a vivir aquí.