Desde no sé dónde he venido
décadas me ha costado
saltar por los peldaños y abrirme paso entre malezas
sacudiéndo el sudor de la cabeza
curándome la herida del costado.
Demasiado tiempo, demasiado
zancando los demonios del camino.
Desde cualquier lugar: soy peregrino
con la luz de un ángel a mi lado.
traigo un aura violeta y lucha entre las manos
y tantas pasiones inciertas.
Un dolor que parece solapado
que dentro de mi ser sún se revienta
y sigo aquí, no sé hasta cuándo
sabiéndome tan viva
sintiéndome tan muerta.