FLORES ANARANJADAS (CUENTO)
La señora Luisa tenía un jardín de flores anaranjadas. Allí se escondía el sol en cada atardecer, cuando ella las regaba con gotitas de arreboles, porque un día descubrió que ese color de candela era una forma distinta de adueñarse del sol.
Y así fueron pasando los años, y todo fue como te lo imaginas.
Nunca nadie dijo lo contrario.
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