En noches sin luz,
intento descifrar tu cuerpo,
mi tacto no te siente,
solo retazos de papel te visten.
Mis manos impacientes,
navegar quieren en tu ser;
sutil, suave y caudaloso,
dueño de elegancia.
En deslumbrantes mañanas,
te confundo con mariposas y flores,
en tu sonrisa reflejan; sublime,
hermoso y calido tu alma sin ropa.
Perfecta es cada línea de tu cielo,
excelsa figura trazada,
hechas de papel y tinta del alba.
Dichoso el enamorado,
en estrellas tu silueta observo,
con el corazón de poeta,
tu alma sin cuerpo acaricio.