Siento la mirada del infierno
como si los muertos voltearan a soñar
con mi encierro en el mar de nostalgias
que se deslizan por mi piel.
Es la vida que se transforma
en miles de maldiciones enfermas,
no creo que baste una miserable sonrisa
para dejar la existencia marchita
de un hombre que no tiene fe.
He llegado al final de las nubes
y mi piel se esfuma sin vida
no encuentro razón en la locura
de la sangre marchita de esta rosa
que arrojo al vacío sin fin,
he llorado por siglos enteros
buscando el perdón de algún ángel
Y me encuentro tan triste, tan solo,
sin mañana, sin hoy, sin ayer.
ahora viajo perdido en el universo,
como estrella fugaz sin sentido,
la vida es tan sólo el olvido
de aquellos que tocaron tu rostro,
ahora entiendo el ser y la nada,
desaparezco con la última espuma
que se hace silencio infinito,
este es el desgraciado alarido
de un alma que se va hacia la tumba
a volar como fantasma
con sus grillos, cadenas y gritos.
Hasta que un día te quedes dormida,
y el miedo acuda a tu mente,
apareceré, te lo juro, mi vida
y te amarñe otra vez para siempre.