Gerardo Barbera

LA PROMESA

Siento la mirada del infierno

como si los muertos voltearan a soñar

con mi encierro en el mar de nostalgias

que se deslizan por mi piel.

Es la vida que se transforma

en miles de maldiciones enfermas,

no creo que baste una miserable sonrisa

para dejar la existencia marchita

de un hombre que no tiene fe.

 

He llegado al final de las nubes

y mi piel se esfuma sin vida

no encuentro razón en la locura

de la sangre marchita de esta rosa

que arrojo al vacío sin fin,

he llorado por siglos enteros

buscando el perdón de algún ángel

Y me encuentro tan triste, tan solo,

sin mañana, sin hoy, sin ayer.

 

ahora viajo perdido en el universo,

como estrella fugaz sin sentido,

la vida es tan sólo el olvido

de aquellos que tocaron tu rostro,

ahora entiendo el ser y la nada,

desaparezco con la última espuma

que se hace silencio infinito,

este es el desgraciado alarido

de un alma que se va hacia la tumba

a volar como fantasma

con sus grillos, cadenas y gritos.

Hasta que un día te quedes dormida,

y el miedo acuda a tu mente,

apareceré, te  lo juro, mi vida

y te amarñe otra vez para siempre.