Destino incierto depara
porvenir de no saberse
y en seguir sin detenerse
su ley estricta, no es rara.
Me demuestra cara a cara
como cambian las cosas:
si da la esencia de rosas
sé, mi oscuridad es clara.
No porque me previene
de la bonanza ulterior;
es algo que se mantiene
y hace me desenfrene
de algazara… es amor.
Por desespera insistente,
la esperanza en el suelo
cuando se abre en el cielo
y trae luz, es diferente;
ha llegado de repente,
es la flecha comentada,
viajera, llega en la brisa,
calmada, cae sin prisa
quedándose intercalada
en el inquieto latente
mirándose y evidente
ahora sonríe… de la nada.
No imaginé yo cantara
hoy, lleno de regocijo;
ya no hay sombra y es fijo
que, mi oscuridad es clara…
Alviz Neleb
Septiembre 23 de 2011
07:35 a.m. - Sábado