Se apagaron los luceros
que encendían mis mañanas,
porque tu huella liviana
ya no pisa mi sendero.
El calor del mediodía
se transformó en añoranza,
porque tu mano no alcanza
a juntarse con la mía.
Al faltarles tu belleza,
se marchitaron mis flores,
y todos mis ruiseñores
se callaron de tristeza.
Aún percibo la fragancia
de tu piel en el ambiente,
para soñarte presente
a través de la distancia.
Cada rostro de la calle
me parece ser el tuyo,
y hasta en cada sombra intuyo
el contorno de tu talle.
En cada paso que escucho,
Me figuro que regresas,
trayéndome una promesa :
que vas a quererme mucho!!!
En cada rumor tu acento,
suena mágico a mi oído,
y anhelante en el latido,
de mi pecho te presiento.
Con mis lágrimas te llamo,
en mis sueños te persigo,
y olvidarte no consigo,
pues me ahoga, lo que te amo.
Todo mi ser se consume,
del delirio de adorarte,
y mi deseo al soñarte,
se embriaga de tu perfume.
Porque eres la flor que aroma,
con su magia mi camino,
y la gloria que adivino,
cuando en tus ojos se asoma.