Encontrarnos en cualquier espacio de la geografía
creada como itinerario de nuestro amor
verte llegar y llegar yo y abrazar las almas y los anhelos;
penetrar mi mirada en tu mirada
al amparo de la sombra de tus pestañas,
sentir que tus lágrimas abonan mi alma
y mis lágrimas mojen las flores de tu amor
convirtiéndose en rocíos, suaves cristalinos
que besan los pétalos de tus labios,
saborear tú, mis lágrimas , yo, tus besos
ambrosías del amor renovado hora tras hora.
Pertenecernos como la savia al árbol,
como el sonido a las caracolas y cantar juntos
la canción del amor profundo, tan profundo como el mar.
Pertenecernos como las sombras a nuestros cuerpos
y que al caer las tardes que se alargan
queriendo alcanzar el infinito.
Pertenecernos, compactos, cóncavos, convexos.
Delirando y muriendo en un mismo latido;
renacer luego en cada flor de campo
Siendo tú, mi tallo.