ANMAR

AcarĂ­ciame...

Por esta indómita sierra,
acaríciame mi amante fiel.
tu mi lluvia, yo tu tierra,
donde derrames tu miel.
 
Con deseo y con destreza,
adéntrate en mi sabana
y que tu inmensa tibieza,
entibie mi fría mañana.
 
Empapa todo mi huerto,
con tu abundante dulzura,
recorre  mi campo abierto,
con tu silente ternura.
 
 
Ven… humedece mi alma,
con tu vuelo de paloma,
devuélveme la calma
y embébete mi aroma.