Silencio… voy escuchar mis latidos
quiero sentir sus murmullos,
recorriendo lentamente mis sentidos
hasta sentir dolor con sus arrullos.
Llega la noche con su toque de misterio
hablando en silencio con su voz de locura,
no me puedo olvidar que estoy en cautiverio
encerrada en las sombras de esta prisión oscura.
Yo imagino tus ojos como sol en primavera
iluminando la penumbra de mi vida,
vuelvo a ver de nuevo la frágil escalera
que me ayude a alcanzar la libertad perdida.
Silencio…quiero escuchar el paso de mis penas
abandonar despacio el pensamiento,
oir el ruido al soltarse las cadenas
y ser de nuevo libre como el viento.
Al escuchar el mar con sus oleajes
mi pecho reposa palpitante,
y aunque siento el horizonte tan distante
voy olvidando por momentos los ambages.
¡Silencio…quiero escuchar el silencio!
María B Núñez
Huellas del camino