Cuando te encontré planeando sobre la cordillera
ungí mis manos en la esencia de tu luz
y sobre el blanco manto de los picos nevados,
la impoluta presencia de tu aura me atrapó.
Cruzando en vuelo la soledad encallada ,
te haces eco de sonido en mi voz
y sobre lejanas nubes que no abrazan
un tibio rayo de calor nos abrigó.
Del vientre donde muere lo profano
nace el candor que guía el resplandor.
No hay distancia que separe a un ser humano
cuando su alma libre se elevó.
Cruzas el mapa de la agreste geografía,
navegas raudo por los mares sin confín,
y en el encuentro sin igual de la poesía
Surge el calor de tu amistad dentro de mi