No soy nada, ni sombra, jamás tuve un sol. Solamente niebla, unas veces cerrada otras más clara, pero sol nunca. Por eso no tuve alborada, ni ocaso, solamente niebla, a donde vivieran mis esperanzas, mis anhelos, mis deseos, mis sueños.
Y cuando mí cuerpo va a medio de la tarde de mí vida, la niebla desapareció y te vi, ahora que casi nada tengo para regalar, ahora que era tiempo de sentarme y recordar momentos felices, has venido tu, con todo tu cariño, tu manera sencilla de ser, a los pocos nos fuimos acercando hoy nos amamos, que voy hacer?
Como tierra seca abierta por falta de la agua de la vida, me estoy saciando de tu querer, cada día te quiero más, necesito de tu compañía, de tus manos en las mías, me haces feliz, no me quiero sentar a recordar, nada tengo de bueno para hacerlo solamente el presente, que por desgracia a llegado a medio de la tarde de mi vida he de mí niebla, el sol de la felicidad me inunda, me calienta, su brillo me provoca lágrimas de alegría.
Deseo que lo que falta de mí tarde sea de verano del día más grande del año, para poder tenerte por más tiempo.
Si fuera dueña del tiempo! si fuera dueña de mí destino! Si fuera dueña de mí vida, contigo seria eterna.
De tanto pensar, ya no sé qué hacer, nada hace sentido, solamente, una angustia, un miedo, un querer vivir todo muy rápido, estar siempre contigo, mirar tus ojos mí bueno y querido amigo,mi compañero, mi amor.
Carminha Nieves
Setiembre 2011