En silencio escuchamos a las estrellas,
recostados en el jardín, bajo la luz de la luna bella,
escuchando las vocecitas de las hadas,
convirtiendo nuestro amor en magia.
Una historia que cada noche se repite,
sueños que vuelven, que nos hacen muy felices,
recorriendo en caricias mis manos por tu cuerpo
formando un pequeño laberinto,
trayendo recuerdo bellos desde el olvido.
Llenos del olor de la rosa púrpura,
ciervos alados que hacen sombra bajo la luna,
la voz del tiempo nos llega desde lo lejos y nos canta,
música romántica que cobija tus palabras
llenas de amor, preciosas cuando dices que me amas.
Blancura azul en el cielo que mientras caen las sombras muere,
se ha vuelto oscuro el cielo color celeste,
abrazados miramos el fin del río en una orilla lejana,
vemos caer sobre nosotros hojas blancas.
Caen como si contaran todos los besos que me diste,
formando para nosotros un reino, que ya en nuestros corazones existe,
escuchamos el canto y los pasos de los duendes cuando pisan las hojas,
duendes y luna, tú y yo besándonos a solas.
Las nubes bajan a nosotros buscando el pasado,
el que vivimos en una realidad y a veces soñando,
bajo las ramas del viejo naranjo,
buscándolos en un fugitivo y lejano barco.
Llenas la noche y cada estrella con tu esencia,
sólo tú mi amor haces esa gran y preciosa diferencia,
estamos viviendo nuestros más hermosos sueños,
tú los haces realidad, tú haces nuestro reino.
Ninguna historia es igual a la nuestra, mucho menos semejante,
nuestra historia es hermosa, llena de amor, desde que dormimos hasta despertarse,
un amor que se escribe en libros en lo alto del cielo,
entre fábulas hermosas, entre bellos cuentos.
Unicornios y duendes en un reino rojo,
así de extraño es nuestro amor, diferente y aún así precioso,
continuará eternamente sólo para nosotros,
redescubriendonos con cada abrazo, con cada caricia, con cada beso más amoroso.
Noche en que el amor iba y venía,
siempre desde nuestro corazón a una parte desconocida,
a veces pareciendo un arlequín perdido,
como las nubes que a nosotros han venido.
Noche de rosas y románticas palabras, reflejos hermosos y besos junto a la ventana, escuchando el río cuando pasa, el murmullo sutil del agua, escuchando el galopar de un unicornio, mientras vivimos nuestro amor, en ese momento muy hermoso.