Desde una montaña hasta la otra
me paso yo...
Para ballarme en tus aguas
puras y frias
que casi me congeló...
Chorro del Indio
Alguien te llamó...
Allá en la sierra
de la Maravilla
donde está tu correr
por el tiempo
que aún sigues
transitado hoy...
Entre tu bosque nublado
te adornan el mijao alto muy alto
y el laurel con su aroma para oler
con su barba de palo que se deja ver...
Se te notan los años Montaña
recia, fuerte siempre de pie
páramo entumecido como me has de volver...
A tus lados
Chorro del Indio
también esta el jabillo
siempre verde con sus espinas
en el tronquillo...
Como olvidar que un día
quise caminar entre el bosque
y cuando queria descansar
siempre estabas frente a mí
que sin darme cuenta te agarraba
y me indicabas
continúa tu camino
no te agarres de mí...
Y hasta el cedro
pude ver, recordando también
el cedrito, donde aprendí a querer
al campo y a sus rios...
Se ven las montañas
sembradas de café
ese arbusto que en tí crece
que nos da tanto gusto
que hasta el aroma florece...
Unos amigos del camino
de esos que en tí permanecen
me dijeron con soltura
que por tus montañas pasean
la lapa paramera
el venao matacan
que les sirve de alimento...
Los osos frontinos
y el oso hormiguero...
Dicen que también ven pasar
al baquiro y al cunaguaro...
sin dejar de mencionar
la mapanare y la coral
culebrones sin igual...
Yo no los ví
me senté y esperé
para verlos correr
a lo mejor corría yo primero
en medio de aquella confusión
¿sería mejor verlos?
¿sería mejor que no se dejaran ver?
Entre esperar y esperar
se me pasó el tiempo
y se me hiso la hora de volver...
Regresaré fué mi promesa
para volverte a ver
para llenarme de energias
para soñarte otra vez despierto
para admirate como siempre...
Chorro del Indio...
Volveré...
Héctor Molina