daniellito

Tiempos

 

 

Son tiempos difíciles

la muerte tejida en los actos del hombre

como la telaraña en los insectos,

el ladrón en su cartera el pan,

se murieron los poetas,

las vírgenes, las caras bellas,

los que cantaban en la noche, en el silencio,

los que dormían despiertos

saltando astros, tejiendo el universo,

mirando la noche como un lienzo,

mi alma llora como viejos techos

lágrimas que caen en la ardiente llanura,

en los pozos secos, en los pálidos bosques,

en el calor del rey, en el gran  hueco de las tejas,

extendiéndose en mis ojos, como la furia de los ríos

a aquel lugar lejano, hasta aquel lugar oscuro.

 

El fuego, el calor, ¡oh el fuego!

son una espada dorada

cortante, quemante, asoladora

y  mis lágrimas espesas y rojas, como la sangre,

puras como la tristeza,

se esfuman en el filo de la espada. En la muerte.

 

caballos de fuego, aquellos temibles cadáveres,

galopan invisibles, como el viento,

sus manos secas, sus bocas de arena,

no recuerdo el helado, ni mi saco de niño

ni el cielo gris, el follaje. La vida.

quedó tallado en el muro de recuerdo,

en el borroso recuerdo, en aquel espejismo,

 en el rocío, en el agua del piso,

en el castillo rodeado de agua.

 

Es una pena no poder volar,

se caen las fichas de domino

es una pena no poder evitarlas

el cielo de horno, el suelo de sartén

es una pena no poder esconderse

es una pena no tener otro lugar a donde ir.