Mi cielo, como el azul del mar llegaste
a mi playa y a la hamaca con deseo,
música acompañó al dulce escarceo,
y había algo en común, cuando me amaste.
Corría mi navío, lo miraste
en el azul marino, balbuceo
que llegó desde el río, con voceo
de corazón de mar y me besaste.
¡Oh! mi cielo, reflejas tiernas olas
enamoradas, ojos bellos, castos
llenos de nubes blancas y serenas.
¡Oh! vuélveme a invadir con tus corolas,
no pierdas tiempo en mar abierto, vastos
son los mares y cortas las arenas.
Oh invádeme con tu boca abrasadora,
indágame, si quieres, con tus ojos nocturnos,
pero en tu nombre déjame gozar y navegar.