ezequiel hugo

Festín

Excitada de festín casi adulterado,

con sobresaltada mirada

desnuda en proverbios difusos;

el sudor cayó como sangre, sobre tu frente.

 

Descompensada la fiebre ya controlada,

disminuye de a minuto su fulgor compulsivo.

Se nota fuera de tu pecho

un latiente corazón agitado.

 

Emperador cruel, fue él que de él

te hizo creyente,

cuando en pleno festín adorno

tú estructura con falsas idolatrías.

 

Y ante tú expresiva entregaduría

me aprovecho de ti,

como un rey, ante su esclava.