Diaz Valero Alejandro José

Una historia escrita a jirones

¿Señora porque me mira

así de esa manera,

es que usted no ha visto

una persona sin piernas?

No, no se asombre

¿O es que tampoco acaso

ha visto a nadie sin brazos?

Tranquila señora, yo soy así,

me faltan tantas cosas

pero aún así soy feliz.

Se que hay padres sin corazón

que abandonan sin remordimiento

hijos que a su nacimiento

son de mi misma condición…

Pero siempre hay algún amable

que con gentileza y amor

sin siquiera ser mi sangre

cariño y cobijo me dio

como si fuera mi madre.

Usted por lo que veo, señora,

es de sentimientos grandes

lástima que mis limitaciones

no me permiten abrazarle,

pero en lugar de ese abrazo

deje que mi corazón hable

para de modo muy grato

agradecer la sonrisa

esa que acaba de ofrendarme

porque también soy humano;

por eso señora, no puedo negarle

que a los seres como usted

es imposible no amarles…

Señora no llore

eso si quiero rogarle,

mejor búsquese un poeta

de esos que escriben verdades

y dibujan con sus letras

estas crudas realidades…

Quiero que plasme sus versos

de éste su encuentro agradable

con un ser sin piernas ni brazos

que deambula por la calle.

*****