Vendedor de pelotas en la capital, fotografía de Carlos Otoniel Rivera
Vendedor de ilusiones, sueños y aventuras
vas ofreciendo tu colorida fantasía
cuando despierta el sol y duerme la luna.
Caminando por amplias avenidas o callejones,
muestras tu pesada o liviana mercancía
que nació de hábiles manos
para brindar alegría a
los “patojos” del barrio,
que con chipas de entusiasmo
rodarán el esférico colorido
que has traído desde campos lejanos.
Así, pasa tu diario transitar…
Entre la urbe y el jardín florido
del pueblo donde copias los colores
con que pintas las pelotas multicolores.
Lissett C.