Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

AÍDA TE LLAMAS TÚ…

 

 

 

Y me acostumbro a ver las hojas de los árboles

o el arrebol que cruza o el ave que se aleja

pero no es lo mismo mirar que haber mirado

como no es lo mismo herir que haberse herido.

 

 

Pero estoy camino hacia el poniente

a Tecolutla Veracruz ya fui dejé mi olvido

pero en esta tierra que nací (estoy cautivo)

En este México invernal me siento vivo.

 

 

Aída te llamas tú -flor de mis días-

Y de mis noches ilusión –bien mío-

Tan pocas veces te miro y me olvido

que me quieres amor y que te quiero…,

 

 

aguantar a un poeta enardecido y loco

cautivo de la vida y de recuerdos

aguantarme ¡lo sé! Es tan enhiesto

como sentir en primavera mucho frío.

 

 

Tu camino de versos he colmado

y tus labios de besos y de hastío

¡por eso te perdono! Ángel mío

por aceptar a este loco enamorado.

 

 

Enójate conmigo muchas veces

y las mismas volveré a estar contigo

(pues Fuensanta para Velarde no fue olvido

y Pellicer en fin tuvo su amante)

 

 

Se en mis manos el último suspiro

porque al morir tu nombre no es en vano…

Aída te llamas tú siempre bien mío

la musa de un poeta enamorado.

 

 

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Sergio   Jacobo   “elpoetairreverente”