Respírame ahora que soy nada
Que soy agua mezclada
a soledad.
No hace falta que te llore encima
toda la tarde, mi fiebre, mis rumores.
Te olvidaste un café en la boca de otra
y perdiste el amargo recuerdo de pensarme
tuya.
Toda la niebla será verdad cuando llueva
y el pasillo extenso, sin lugar - sin tiempo
ya se me abre de cielo, ya se me olvida
la noche y la tortura.
Tus manos me enroscan el pelo,
me procuran fracturas
- purpúrea sangrante hola que me ahoga -
locura.
Penumbra sutíl del desconcierto,
miento a una aurora que me tiembla
dentro.
En un punto de ese punto cualquiera
me pregunto porque será tan frágil mi sueño
en la alborada.