Mientras noches estrelladas
contemplan tu sueño, niña,
los años vuelan, la piña
madura y tú con las hadas.
Y en sueños
despiertas,
y huertas
de isleños
contemplas,
dormida,
con vida,
y templas
un canto
te lleva,
te eleva,
sin llanto.
Ansioso el sol va contento,
te despierta, te acaricia,
una nueva vida inicia,
hay un júbilo en tu aliento.