Al empezar a deambular el sentido,
el camino se hace corto al amanecer;
al encontrar la veda, con el aliento,
que me deja sin fuello, de solo verter,
las sensaciones soñadas, tener te,
aunque sea oníricamente a tus pieles.
Olores que emanan de las flores,
que recuerdan los perfumes ungidos,
en la entrega sublime, inquietos,
los ensueños aun a la distancia dada,
humedad salida del espejismo,
ante el deseo de acortar la travesía.
Visiones del mañana ya cercano,
del destino esperado, concurrencia,
de unir destinos, dejar soledades,
acallar el silencio, modular los latidos,
de abandonar, dejar los desiertos;
al fin plasmarnos los dos en un solo ser.